Existe un pequeño reducto de fanáticos de la geografía, gente que duerme con un atlas bajo el brazo, que recorre autopistas al milímetro para corregir errores en los mapas y que vive fascinada por la semblanza del perfil geográfico de Wisconsin y Tanzania. Este libro es sobre esa gente, amantes de los viajes en auto por carretera, buscadores de tesoros que siguen unas coordenadas GPS publicadas por otros locos del :geocaching, programadores de Google Earth o cartógrafos de tierras imaginarias. Una obra que revela la capacidad que ha tenido la cartografía para transformar el mundo.